Las palabras son vibraciones de la naturaleza. De esa forma, palabras hermosas crean una naturaleza hermosa, palabras horrendas crean naturaleza horrenda. Esa es la raíz del universo.
El pensamiento humano, las palabras, la música, las etiquetas en los envases, influyen sobre el agua y ésta cambia a mejor absolutamente. Si el agua lo hace, nosotros que somos 70-80% agua deberíamos comportarnos igual. Debería aplicar mi teoría a su vida para mejorarla.
Citas de Masaru Emoto[1]
Me di el trabajo de buscar artículos donde se descalifica el trabajo de Masaru Emoto y, la verdad, volví a encontrar información sesgada e incluso absurda respecto de las teorías del japonés. La imagen que ofrecen de su planteamiento quienes lo acusan de estafador y califican su pensamiento como de pseudocientífico, es caricaturesca, burlona y, por lo mismo, muy poco objetiva.
Según mi opinión, el tema es simple: nos encontramos aquí con la vieja y trasnochada pugna entre racionalismo y espiritualidad, ciencia y religión.